Como olvidar aquel momento después de clases, en el que me citaste en un café, a media platica me sorprendiste con un ramo de flores y me preguntaste si quería ser tu novia. Claramente dije que si.

Otro de los momentos más importantes de nuestra relación, fue durante unas vacaciones a Cancún, cuando decidí dar el siguiente paso, proponerte matrimonio. Entonces vi tu rostro llenarse de felicidad y supe que fue la mejor decisión.

Esperamos con mucha alegría el momento de formalizar nuestro amor ante Dios y nuestros seres queridos.